Mönchshof Kellerbier

Mönchshof Kellerbier es una cerveza tradicional alemana elaborada por Kulmbacher Brauerei AG, ubicada en Kulmbach, Baviera. Esta cerveza, naturalmente turbia, se caracteriza por su color ámbar y su sabor equilibrado y suave, ideal para los amantes de las Zwickelbiers sin filtrar. La cervecería, con siglos de historia, continúa honrando su tradición cervecera con la elaboración de esta cerveza especial. La marca Mönchshof, asociada a Kulmbacher Brauerei AG, refleja el compromiso de la compañía con la calidad y la tradición cervecera alemana. La cerveza está disponible en varios envases, incluyendo botellas de 0,5 litros con tapón de rosca, que priorizan la frescura y la sostenibilidad. El tapón de rosca, montado a mano, ayuda a conservar la carbonatación y permite su resellado, contribuyendo a la longevidad de la cerveza y al respeto por el medio ambiente. Mönchshof Kellerbier se produce principalmente en Alemania, en consonancia con los orígenes de la marca y la dedicación de la cervecería a la producción local. Los ingredientes de esta cerveza incluyen agua, maltas de cebada, lúpulo, extracto de lúpulo y levadura, siguiendo los métodos tradicionales de elaboración. Con una graduación alcohólica del 5,4 % y un mosto original del 12,3 %, ofrece una experiencia de sabor refrescante y auténtica. Su color ámbar y su turbidez natural son indicativos de su naturaleza sin filtrar, ofreciendo una auténtica representación de las tradicionales Kellerbiers alemanas. La Mönchshof Kellerbier está disponible en varios tamaños de envase, incluyendo botellas de 0,5 litros, cajas de 20 x 0,5 litros, paquetes de 4 x 0,5 litros, latas de 5 litros y barriles de 30 y 20 litros, para satisfacer las diferentes preferencias de los consumidores. La cerveza marida bien con platos contundentes como platos a base de pan, aves, ternera y cerdo, lo que la convierte en una opción versátil para diversas ocasiones. Su perfil de sabor suave y equilibrado la hace ideal para reuniones informales, festivales de verano y picnics. La dedicación de la cervecería a la calidad y la tradición es evidente en la producción y el envasado de la cerveza, lo que refleja un profundo respeto por la herencia cervecera alemana.